Ómicron y delta no son las únicas variantes en Ecuador

Pie de foto. PANDEMIA. No se ha comprobado que las variantes eviten el efecto de la vacuna contra la Covid-19.
No se ha comprobado que las variantes eviten el efecto de la vacuna contra el COVID-19.

Delta es la variante predominante con 1.256 casos. Le siguen otras seis. Aunque los síntomas son similares, tienen características diferentes. 

La variante delta de la COVID-19 sigue siendo la predominante en Ecuador. Cerca del 80% de los contagiados la tienen. A esta se suman otras seis variantes, entre ellas, la ómicron, que fue la última en ser catalogada como comunitaria en Ecuador y que mantiene en alerta al mundo. 

Características

Delta: Predomina en el mundo y su transmisibilidad es alta: un paciente infectado puede contagiar a seis. Con la COVID-19 original la cifra era de entre dos a tres. En Ecuador hay 1.256 casos de esta variante. Su principal característica es que si se contagian personas vulnerables tienen más riesgo de ser hospitalizadas.

Gamma: En Ecuador se han identificado 345 casos; su transmisibilidad es menor que la delta y la sintomatología que presenta es leve. Se caracteriza por la pérdida de olfato y gusto.

Lambda:  Se caracteriza por generar dolor de cabeza, tos, dolor corporal y pérdida del olfato y del gusto. Se ha identificado 304 casos. Es una de las variantes menos estudiadas por tener un menor nivel de transmisibilidad.

Alpha: En Ecuador hay 266 pacientes. Antes del aparecimiento de la variante delta era la que predominaba el en mundo. Con el inicio de la vacunación sus efectos se redujeron.

Mu: En Ecuador hay 542 casos. Se considera una variante poco agresiva.

Lota: Es la más semejante a una gripe ligera. En Ecuador hay 353 casos.

Ómicron: Es más transmisible que la delta (hasta tres veces más). Ecuador registra 68 casos.

*Todas las vacunas han demostrado ser efectivas ante las variantes.

Secuenciación para identificarlas

Aunque existen, son pocos los laboratorios privados en Ecuador que identifican una variante mediante una prueba PCR, aunque no es el camino más seguro «ya que algunas variantes comparten las mismas mutaciones», dice Paúl Cárdenas, Phd en medicina genómica e investigador de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

«La única manera de comprobar técnica y científicamente el tipo de variante es a través de una secuencia genética«, dice por su parte Fernando Espinoza, director del Centro de Investigaciones y Consultorías de la Universidad Espíritu Santo (UESS).

En Ecuador el Inspi, la UESS y la USFQ se encargan de secuenciar muestras de laboratorios y hospitales públicos y privados que envían muestras semanales de distintas partes del país.

El proceso de identificar las variantes en la secuenciación puede tomar hasta cuatro días porque lo que hace es analizar «cada letrita, de las 30 mil que tiene el genoma del virus para identificar todo el virus y después analizar que genes y mutaciones tiene y a qué linaje pertenece». Al momento, en ninguna de las instituciones se ha confirmado la presencia de la variante proveniente de África. (AVV)

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