Reformas del COIP

MESÍAS MESTANZA SOLANO

Tantos asambleístas que más bien se dedican a tratar asuntos domésticos que propiamente a redactar leyes que vayan en beneficio de los ecuatorianos, cuyo producto final es mínimo y sumamente escaso; una de las pocas reformas se refiere al cannabis con fines terapéuticos que ya no es delito. El cannabis según los conocedores y estudiosos de esta materia y según la forma de presentación marihuana o hachís entre otros muchos nombres es una droga depresora del sistema nervioso. No se puede desconocer que sirve para fines medicinales y hasta recreativos, pero el mal uso y las dosis inexactas producen efectos secundarios que incluyen la pérdida de la memoria a corto plazo, sequedad bucal, reducción de la capacidad motora, ojos rojos y sentimientos de paranoia o ansiedad; produciéndose en algunos casos a largo plazo la adicción y disminución de ciertas habilidades cognitivas. Lo curioso es que lo que antes era ilegal, hoy se convierte en legal, y que cuyo “medicamento” se podrá comprar y vender con mucha libertad, y, se utilizarán como una sustancia psicotrópica que anula el miedo y temor, y entonces servirá para el cometimientos de infracciones como ya se nota en las calles; pues la mayoría de execrables delitos se cometen por consumidores y adictos. Hecha la ley, cabe dictar reglamentos para la debida utilización.

Pero también hay que rescatar reformas positivas como la que no procede rebaja de penas para delitos execrables, como femicidio, asesinatos, violación a menores de edad, así como también no habrá medidas sustitutivas para los casos de reincidencias; esto es positivo, dado que quienes viven apartados de la ley no deben tener tantas bondades para con facilidad salir en libertad a su mundo ilegal. También se puede rescatar la dureza de la pena en el agiotaje, puesto que la especulación en el comercio, la usura o chulco han quebrado al país; hoy pensarán dos o tres veces los millonarios chulqueros. En fin, poco a poco daremos a conocer las reformas una vez que se publiquen en el R. O.; sin embargo debemos recomendar a nuestros asambleístas que piensen en el país, dejando a un lado sus criterios de reelección, que es lo que no les permite dictar leyes con la oportunidad que se requiere.

[email protected]

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Tantos asambleístas que más bien se dedican a tratar asuntos domésticos que propiamente a redactar leyes que vayan en beneficio de los ecuatorianos, cuyo producto final es mínimo y sumamente escaso; una de las pocas reformas se refiere al cannabis con fines terapéuticos que ya no es delito. El cannabis según los conocedores y estudiosos de esta materia y según la forma de presentación marihuana o hachís entre otros muchos nombres es una droga depresora del sistema nervioso. No se puede desconocer que sirve para fines medicinales y hasta recreativos, pero el mal uso y las dosis inexactas producen efectos secundarios que incluyen la pérdida de la memoria a corto plazo, sequedad bucal, reducción de la capacidad motora, ojos rojos y sentimientos de paranoia o ansiedad; produciéndose en algunos casos a largo plazo la adicción y disminución de ciertas habilidades cognitivas. Lo curioso es que lo que antes era ilegal, hoy se convierte en legal, y que cuyo “medicamento” se podrá comprar y vender con mucha libertad, y, se utilizarán como una sustancia psicotrópica que anula el miedo y temor, y entonces servirá para el cometimientos de infracciones como ya se nota en las calles; pues la mayoría de execrables delitos se cometen por consumidores y adictos. Hecha la ley, cabe dictar reglamentos para la debida utilización.

Pero también hay que rescatar reformas positivas como la que no procede rebaja de penas para delitos execrables, como femicidio, asesinatos, violación a menores de edad, así como también no habrá medidas sustitutivas para los casos de reincidencias; esto es positivo, dado que quienes viven apartados de la ley no deben tener tantas bondades para con facilidad salir en libertad a su mundo ilegal. También se puede rescatar la dureza de la pena en el agiotaje, puesto que la especulación en el comercio, la usura o chulco han quebrado al país; hoy pensarán dos o tres veces los millonarios chulqueros. En fin, poco a poco daremos a conocer las reformas una vez que se publiquen en el R. O.; sin embargo debemos recomendar a nuestros asambleístas que piensen en el país, dejando a un lado sus criterios de reelección, que es lo que no les permite dictar leyes con la oportunidad que se requiere.

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Tantos asambleístas que más bien se dedican a tratar asuntos domésticos que propiamente a redactar leyes que vayan en beneficio de los ecuatorianos, cuyo producto final es mínimo y sumamente escaso; una de las pocas reformas se refiere al cannabis con fines terapéuticos que ya no es delito. El cannabis según los conocedores y estudiosos de esta materia y según la forma de presentación marihuana o hachís entre otros muchos nombres es una droga depresora del sistema nervioso. No se puede desconocer que sirve para fines medicinales y hasta recreativos, pero el mal uso y las dosis inexactas producen efectos secundarios que incluyen la pérdida de la memoria a corto plazo, sequedad bucal, reducción de la capacidad motora, ojos rojos y sentimientos de paranoia o ansiedad; produciéndose en algunos casos a largo plazo la adicción y disminución de ciertas habilidades cognitivas. Lo curioso es que lo que antes era ilegal, hoy se convierte en legal, y que cuyo “medicamento” se podrá comprar y vender con mucha libertad, y, se utilizarán como una sustancia psicotrópica que anula el miedo y temor, y entonces servirá para el cometimientos de infracciones como ya se nota en las calles; pues la mayoría de execrables delitos se cometen por consumidores y adictos. Hecha la ley, cabe dictar reglamentos para la debida utilización.

Pero también hay que rescatar reformas positivas como la que no procede rebaja de penas para delitos execrables, como femicidio, asesinatos, violación a menores de edad, así como también no habrá medidas sustitutivas para los casos de reincidencias; esto es positivo, dado que quienes viven apartados de la ley no deben tener tantas bondades para con facilidad salir en libertad a su mundo ilegal. También se puede rescatar la dureza de la pena en el agiotaje, puesto que la especulación en el comercio, la usura o chulco han quebrado al país; hoy pensarán dos o tres veces los millonarios chulqueros. En fin, poco a poco daremos a conocer las reformas una vez que se publiquen en el R. O.; sin embargo debemos recomendar a nuestros asambleístas que piensen en el país, dejando a un lado sus criterios de reelección, que es lo que no les permite dictar leyes con la oportunidad que se requiere.

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Tantos asambleístas que más bien se dedican a tratar asuntos domésticos que propiamente a redactar leyes que vayan en beneficio de los ecuatorianos, cuyo producto final es mínimo y sumamente escaso; una de las pocas reformas se refiere al cannabis con fines terapéuticos que ya no es delito. El cannabis según los conocedores y estudiosos de esta materia y según la forma de presentación marihuana o hachís entre otros muchos nombres es una droga depresora del sistema nervioso. No se puede desconocer que sirve para fines medicinales y hasta recreativos, pero el mal uso y las dosis inexactas producen efectos secundarios que incluyen la pérdida de la memoria a corto plazo, sequedad bucal, reducción de la capacidad motora, ojos rojos y sentimientos de paranoia o ansiedad; produciéndose en algunos casos a largo plazo la adicción y disminución de ciertas habilidades cognitivas. Lo curioso es que lo que antes era ilegal, hoy se convierte en legal, y que cuyo “medicamento” se podrá comprar y vender con mucha libertad, y, se utilizarán como una sustancia psicotrópica que anula el miedo y temor, y entonces servirá para el cometimientos de infracciones como ya se nota en las calles; pues la mayoría de execrables delitos se cometen por consumidores y adictos. Hecha la ley, cabe dictar reglamentos para la debida utilización.

Pero también hay que rescatar reformas positivas como la que no procede rebaja de penas para delitos execrables, como femicidio, asesinatos, violación a menores de edad, así como también no habrá medidas sustitutivas para los casos de reincidencias; esto es positivo, dado que quienes viven apartados de la ley no deben tener tantas bondades para con facilidad salir en libertad a su mundo ilegal. También se puede rescatar la dureza de la pena en el agiotaje, puesto que la especulación en el comercio, la usura o chulco han quebrado al país; hoy pensarán dos o tres veces los millonarios chulqueros. En fin, poco a poco daremos a conocer las reformas una vez que se publiquen en el R. O.; sin embargo debemos recomendar a nuestros asambleístas que piensen en el país, dejando a un lado sus criterios de reelección, que es lo que no les permite dictar leyes con la oportunidad que se requiere.

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