QUEVEDO. Para Paula Litardo Álvarez no hay palabras que la consuelen, ni palabras con las que pueda describir el dolor inmenso que siente tras haber perdido “en un abrir y cerrar de ojos” al menor de sus hijos.
Fue el domingo, 3 de abril de 2022, cuando Paula vio a su hijo Enrique García Litardo, de 22 años de edad, por última vez. Ocho horas después un familiar llegó hasta su casa, ubicada en la cooperativa Juan de Dios Zárate, para contarle la tragedia.
Y es que las múltiples detonaciones de un arma de fuego en horas de la noche de ese domingo, hicieron que los habitantes de la ciudadela El Progreso salieran desde sus viviendas y encontraran a un hombre muerto en la calle. Se trataba de Enrique.
Junto a él, la Policía encontró un arma de fuego y una motocicleta de color negro, sin placas. Vehículo y pertenencias que su madre dice desconocer a quién le correspondían.
Tragedia
Angustiada y con un nudo en la garganta Paula detalló que su hijo era mecánico de motos. No sabe que fue lo que pasó, pero espera que las autoridades pongan mano dura para lograr detener los hechos violentos en Quevedo.
“Deben hacer algo porque esto es un dolor que nadie comprende. Solo una madre entiende”, refirió.
De acuerdo a las investigaciones que la familia de García ha realizado, en la zona donde ocurrió el asesinato hay varias cámaras de vigilancia por lo que están convencidos que en ellas se podrá ver quién fue la persona que cometió el crimen y piden que se les entreguen los videos.
La mañana de ayer, 4 de abril, el cuerpo del joven fue retirado de la morgue de Quevedo y llevado por sus familiares hasta la cooperativa Juan de Dios Zárate para ser velado.
El sepelio se tiene previsto que se realice hoy. (MZA)
