El consumo de drogas preocupa

consumo de drogas preocupa
VENTA. Pese a ser una zona de descongestionamiento vehicular, moradores reportan que en la 29 de Octubre supuestamente también se comercializan diversas sustancias.

En varios sectores de El Empalme se comercializarían dichas sustancias. A vista y paciencia de todos. Se pide más presencia policial.

La libre comercialización y consumo de sustancias estupefacientes y psicotrópicas preocupa a los ciudadanos de El Empalme, provincia del Guayas, y no es para menos, pues basta con recorrer determinadas comunidades para observar la forma en que personas, en su mayoría jóvenes y adolescentes, se dedican a esta actividad ilícita, incluso a plena luz del día.

Juan (nombre protegido) vive desde hace un año y medio en el sector Atilio Vélez Aray (conocido como ‘Las Malvinas’), manifestó que junto a su esposa optaron por trabajar en una despensa, para aquello protegieron su negocio con rejas, pues a cada momento pasan personas bajo los efectos de las drogas y temen ser asaltados.

“Nosotros a las 19:00 ya cerramos. Es mejor evitar y no exponernos, ya en horas de la noche entran carros a cada momento y la mayoría son personas que llegan de afuera a comprar droga”, indicó.

Esta zona es considerada como uno de las más peligrosas de El Empalme ya que los asaltos y robos también son constantes, pese a que allí se encuentran las instalaciones de la Policía Judicial (PJ).

Otro lugar donde también se consumen  diversos tipos de sustancias es en la Manabí – Coromoto, sitio en el que según los  habitantes, los adictos se reúnen en una de las canchas o en los terrenos llenos de árboles, estos últimos de difícil acceso, por lo que se dificulta ejercer control alguno.

“Aquí no hay respeto,  a ellos (consumidores) no les importa si los ven o no, por eso pedimos más presencia policial. Hay temor de que ocurra alguna desgracia”, dijo una de las vecinas, ella optó por no identificarse para evitar represalias.

Campaña

Las cooperativas de vivienda y sectores La Independencia, 10 de Agosto, ‘Pimocha’, 12 de Octubre, Hospital y Caspicara también son ‘famosas’ por la presencia de supuestos ‘brujos’ (personas que venden drogas) y por el libre consumo de las mismas.

“No hay control, uno sabe quiénes las venden (drogas) y en donde las consumen, pero es mejor callarse, aunque está claro que necesitamos que los policías vengan por estos sitios”, señaló Samuel Zambrano, morador de La Independencia, vía Guayaquil, por casi 40 años.

Darío Sandoval, jefe (s) del distrito policial de El Empalme, indicó que ya tienen georreferenciados los lugares más conflictivos en cuanto al expendio y consumo de sustancias ilegales se refiere, por lo que de manera constante realizan recorridos y operativos. En muchas ocasiones también atienden las denuncias que reciben a través de la línea de emergencia 911 o al número directo de la entidad.

También dio a conocer que en territorio se replica la campaña “Ecuador Vive Sin Drogas”. Esta actividad consiste en reunirse en establecimientos educativos, barrios o agrupaciones sociales para darles a conocer los beneficios de no consumir ningún tipo de sustancias y la importancia de una buena educación de los hijos en el núcleo familiar.

Por su parte, Óscar Moreta, director del Centro Especializado en Tratamiento para Personas con Consumo Problemático de Alcohol y otras drogas, Cetad “Buen Amanecer”, sostuvo que cada vez son más los jóvenes que forman parte de un proceso de recuperación.

“El consumo de sustancias es un gran problema, un tratamiento puede variar de entre tres meses a un año, depende de varios factores, entre ellos, la evolución del interno”, finalizó Moreta. (JO)

La Policía Nacional en El Empalme cuenta con una línea directa para atender denuncias: 042 963774.

En la ley

El Código Orgánico Integral Penal (COIP), en su artículo 220 señala: que quien oferte, almacene, intermedie, distribuya, compre, venda, envíe, transporte, comercialice, importe, exporte, tenga, posea o en general efectúe tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas o preparados que las contengan (…) serán sancionados con pena privativa de libertad de la siguiente manera:

  • Mínima escala de dos a seis meses.
  • Mediana escala de uno a tres años.
  • Alta escala de cinco a siete años.
  • Gran escala de diez a trece años.