Delincuencia organizada

CARLOS CONCHA JIJÓN
CARLOS CONCHA JIJÓN

CARLOS CONCHA JIJÓN 

Está comprobada la existencia de una situación terrorífica que está alarmando a la colectividad ecuatoriana, la misma que se encuentra determinada por: robos, violaciones, crímenes, asaltos, sobornos, estafas y otros tantos delitos, como el sicariato y el narcotráfico, además otros violadores de las leyes.

Toda esta gama de violación de las leyes determina la pérdida de las buenas costumbres y el alejamiento de los principios éticos- morales que permiten abrir las puertas a una diversidad de caminos, que conducen inexorablemente a la pérdida de la dignidad y concomitante a esta realidad, penetrar como actitud deshonesta en una interminable serie de delitos que atentan a la colectividad en general, destruyendo las estructuras del buen comportamiento de vida.

Existen muchos factores negativos en el ordenamiento social, que inducen a delinquir en una serie de delitos, que atentan al imperio de las leyes y la sana organización social, que debe representar el buen comportamiento de cada individuo en la estructura social.

Está claro que existen muchos factores que inducen a la colectividad a romper con las normas establecidas de una sana convivencia, cuando existen factores, como falencias, que tienen que ver con grados extremos de pobreza, hambre, educación, salud, igualdad de oportunidades, seguridad, injusticia en la aplicación de las leyes, etc.

Desde hace algún tiempo se han abierto muchísimos caminos, que inequívocamente conducen al delito en todas sus formas, llevando a la sociedad a la descomposición moral, que tiene su génesis en la delincuencia organizada, sobre la base del narcotráfico y otras con un accionar en el mundo entero, que ha desarrollado un poder inmenso, para hacer añicos cualquier resistencia bajo el ordenamiento de bandas con poder económico, que emplean a rajatabla con leyes del terror, impuestas por un ejército de militantes perfectamente organizados y cumplidores de sus protervos cometidos.