Límites del Consejo de la Judicatura

La renuncia de la presidenta del Consejo de la Judicatura (CJ), María del Carmen Maldonado, complica a la Justicia. Se profundizan las disputas por competencias entre las cortes, y crece el malestar ciudadano y la atención que, por rédito político, destinan al sector el Legislativo y el Ejecutivo. Un nuevo remezón judicial, motivado políticamente, parece inevitable, esta vez con su epicentro en el Consejo de la Judicatura.

Como tantas otras valiosas innovaciones, el CJ  —tildado ahora de ‘novelería’— contribuyó eficazmente a la modernización de la Justicia hasta que, por desgracia, fue cooptado por el correísmo a mano de Gustavo Jalkh. Desde entonces, las cicatrices que dejó el abuso del ‘error inexcusable’ y demás arbitrariedades han propiciado un inevitable dilema, difícil de superar, sobre los límites del CJ. En medio de otros aciertos, como devolver a los propios jueces la capacidad de determinar y enmendar errores jurídicos en los fallos, la Corte Constitucional abonó al caos al determinar que la suspensión de funcionarios se resolverá en el pleno, y no en la presidencia del organismo, lo que dilatará aún más el lento proceso de control de corrupción y delitos, así como la oportuna corrección de errores administrativos. 

Mucho dependerá ahora de la terna que nombre la Corte Nacional de Justicia de la que se elegirá al nuevo presidente del CJ. De optar por juristas probos y reconocidos, contribuirá de forma invaluable a la superación de la crisis; pero apelar a actores conflictivos y parcializados agudizaría un proceso que, como ya se vio en 2011 y 2018, tendrá desenlaces inesperados.  

FRASES DEL DÍA

«Cuando el mundo entero permanece callado, una sola voz se torna poderosa.”

Malala Yousafzai (1997), activista pakistaní

 

«La política, bien entendida, se parece más al comercio que a la guerra.”

Esteban Garaiz (1935), político mexicano