El ahorro salva vidas

Con más fuerza que en los últimos cinco años, las lluvias causan estragos en siete provincias. Al menos seis personas murieron, 47 ríos se desbordaron, y se perdieron cientos de hectáreas de cultivo, viviendas, vías y puentes.

Cualquier política ambiental que adopte Ecuador, país de renta media y poco más de 17 millones de habitantes, poco hará para controlar a la naturaleza. Sucedió con el terremoto de 2016, pudo ser el Cotopaxi y luego llegó la pandemia; ahora son las lluvias.

En 2008 Rafael Correa eliminó los fondos de ahorro que se alimentaban con los excedentes de la venta petrolera. Hasta 2007, más de $2.000 millones engordaban instrumentos como el Fondo de Estabilización, Inversión Social y Productiva, y de Reducción del Endeudamiento Público (Feirep) que se usaron como caja chica, o peor.

Chile, en cambio, ahorró durante décadas los excedentes del precio de la exportación minera. Hoy tiene una de las tasas de vacunación contra el Covid más altas del mundo, incluso tras haber usado esos fondos para levantarse del terremoto de 2010.

Si Ecuador hubiera mantenido esos fondos en la década antes de la pandemia, el monto hubiese ascendido a unos $7.000 millones. Chile, en el mismo periodo, ahorró $140.000 millones.

Ecuador carece de un mecanismo de ahorro para la inversión o el desastre. En su lugar, el candidato de Correa ofrece desfalcar al Banco Central de sus reservas para pagarse popularidad en los primeros meses de gobierno.

Los golpes de suerte suelen ser eso, golpes, y cuando llegue el siguiente nadie podrá decir que no estuvieron advertidos.

 

«La gloria es una pesada carga, un veneno letal y saberla llevar es un arte; un arte muy escaso.”

Oriana Fallaci (1929-2006)
Activista, escritora y periodista italiana.

 

«Es extremadamente importante saber qué es lo que no quieres encontrar.”

León Uris (1924-2003)
Novelista estadounidense.