No está algo definido el grado de credibilidad de la vacuna en nuestro país; existen los tantos rumores acerca de ella que gran parte del conglomerado social está dudando en aplicársela. Grandes investigaciones sobre las epidemias sucedidas en la historia de la humanidad y lógicamente la aplicación de la vacuna tuvo el tiempo de análisis necesario para su aceptación. Hemos pasado la aplicabilidad de la vacuna contra la fiebre amarilla, contra la viruela, la tuberculosis, el tétano, la bubónica y otras epidemias que han sido mortales a través del paso del tiempo.
En verdad sorprende que la vacuna contra el Covid haya sido elaborada en poco tiempo por varios países, cada uno de ellos con su metodología. Me pregunto: ¿por qué tuvo que cundir el pánico y morir tanta gente en el país asiático que la descubre y por qué se demoraron en su descubrimiento si allá empezó el mal, hasta médicos se rumora que fueron silenciados porque ellos quisieron dar la voz de alerta al mundo sobre la pandemia en auge? Surge entonces la expresión «atentado del hombre por el hombre» en contra de la ley terrena y la ley divina, ¿sería impuesta la pandemia?
En estos momentos hay el empeño por prevenir el mal con la vacunación cuidándonos además luego de la vacunación. Quiera Dios que con su divino poder se llegue a feliz término el noble cometido del Gobierno Nacional, sabiendo los creyentes que el mal fue producto de la inventiva miserable y descalabradamente que tiene el ser humano.
Nos corresponde vacunarnos aunque hay restricciones dispuestas por el Ministerio de Salud para las personas con dificultades precarias. Amanecerá y veremos, nos corresponde esperar, actuar y ver los resultados, la puntual observancia nos conducirá a dilucidar sobre la realidad de la ciencia y lo que le espera a la humanidad, muchos dicen que no hay que vacunarse, hay dudas y desconfianza.