El potencial de la industria turística

Juan Francisco Mora

El periodo de vacaciones escolares en la Sierra es una oportunidad para tomar unos días de descanso y procurar hacer algún paseo familiar.

Recorrer la provincia, visitar los atractivos turísticos de la región central o viajar hacia otros destinos en el país son un buen pretexto para volver a maravillarnos con las bellezas naturales que tiene Ecuador.

Hermosas playas, majestuosos nevados, exóticas selvas, islas de ensueño, ciudades acogedoras y gente amable por doquier: definitivamente somos una nación que lo tiene todo en un territorio pequeño.

Al disfrutar de la belleza del país resulta inevitable cuestionarse: ¿Qué decisiones políticas debemos tomar para potenciar al turismo como una fuente de ingreso de divisas a nuestra economía?

Si a los propios ecuatorianos nos impresiona cada vez que volvemos a descubrir el país, está demostrado que para el turista internacional Ecuador es una opción muy atractiva. El turismo nacional hace circular grandes sumas de dinero que mueven las cadenas productivas locales, no se diga el flujo de visitantes extranjeros que inyectan ‘directo a la vena’ dinero fresco que ayuda a sostener la dolarización.

Como país nos urge trabajar para crear condiciones óptimas para que los ingresos por el turismo internacional crezcan. Una industria ambientalmente limpia que solo nos exige ser buenos anfitriones, cuidar las maravillas de nuestra naturaleza y tratar con honestidad al viajante.

Nos urge también que la inseguridad, la pobreza, la viveza criolla y abuso al turista extranjero dejen de ser ‘parte del paisaje’; precisamente, para que el país no aparezca en las listas de países no recomendados para visitar y deje de generar alertas negativas para los turistas.

El país necesita generar ingresos de divisas de fuentes alternativas a las tradicionales y el turismo es, sin duda, la gran oportunidad que tenemos para lograrlo.