El marketing político en la comarca

Rocío Silva

Lamentablemente en el Ecuador, el tiempo de elecciones, trajo una campaña electoral que vino a azuzar todos los miedos y resentimientos sociales. Cada grupo humano, cada sector social se siente desplazado, ignorado y condenado a la ofensa; lo cual, da patente de corso a la amenaza y por ende a la zozobra.
Todavía no podemos olvidar el pánico de la violencia simbólica de aquella noche fatídica, del jueves 10 de octubre de 2019, en que al unísono se atacaron varios puntos en la ciudad, quisieron sembrar el miedo y lo lograron.
Fue una mañana de domingo 13 del mes de octubre, cuando en la explanada del Municipio de Ambato, ciudadanos y ciudadanas de la sociedad civil se convocaron, para encontrar mecanismos de diálogo ante las terribles circunstancias por las que atravesábamos debido al paro indígena, y fue totalmente frustrante constatar que estamos desprotegidos y huérfanos de autoridades.
Por un lado, la presencia timorata y titubeante del burgomaestre, por otro lado, un discurso descomedido y desafiante de un Prefecto, que amenazaba con dejar el cargo e ir a seguir en “su lucha”.
Hasta hoy ninguna de las dos autoridades, en mención, ha dado explicación o se ha disculpado por los atropellos que vivimos, en especial, porque permitieron que nos dejaran sin el suministro del líquido vital.
Permanece en la memoria, la voz altisonante de una vicealcaldesa, que defendía todo lo actuado por el paro indígena. Sin embargo, hace pocos días en un programa radial, esa misma vicealcaldesa, se quejaba de un ardid político que se está fraguando para el mes de mayo, con el fin de despojarla de su investidura.
La idea de desarrollo social, económico y humano parece muy distante de los afanes personales de nuestros elegidos, creen que siguen en campaña, piensan que nos bastan sus actos inaugurales fortuitos y noveleros, tanto así, que se promociona desde la Municipalidad un millón de dólares para la adquisición de vacunas contra el Covid-19, para cuando el Gobierno Nacional, autorice a los municipios su adquisición. Parece que los asesores, no se enteraron que las farmacéuticas no venden a gobiernos seccionales las vacunas, pero ya el marketing político se activa.