Personajes ejemplares

El caso de Juan Carlos I, actual rey emérito de España, está rodeado de cuestionamientos, debido a niveles de escándalo que recoge no solo la prensa denominada rosa o del corazón. El sucesor, Felipe VI, sin tener culpa alguna, navega en aguas tormentosas; quiere rescatar la representación y dignidad monárquica.

Quien fue admirado por su entereza, considerado héroe de la transición democrática española, poco a poco fue perdiendo imagen. En Cádiz había una avenida principal que llevaba el nombre de Juan Carlos I, resolvieron llamarle en adelante Avenida de la Salud Pública.

Al explicar lo sucedido para este cambio en la nomenclatura, el máximo representante de la comunidad gaditana ha declarado que “tenemos que decidir si los nombres que les vamos a enseñar a nuestros hijos en las calles de nuestra ciudad corresponden a gentes que son ejemplares en algo”.

Ante lo acontecido, algunas urbes se han dado a la tarea de revisar los nombres de calles, plazas y más lugares públicos que, en no pocas ocasiones, responden a intereses de tipo familiar, amical, económico, ideológico, advirtiendo que esos sitios deben estar exentos de picardías, mediocridades, ídolos con pies de barro.

En nuestro medio, no solo en los villorrios se designa a los sitios indicados, además colegios y escuelas, con nombres de cualquier buen hijo de vecino, cacique lugareño o politiquero avezado, mientras genuinos personajes se hallan en el olvido. Estas vivezas deben desaparecer para dar paso a reconocimientos de real valía.

A fin de evitar situaciones como las mencionadas es necesario formar comisiones de gente que sepa el sentido y respetabilidad de la Historia.