Feriado y confinamiento

El pasado fin de semana vivimos el primer toque de queda ininterrumpido de los cuatro dispuestos por el COE Nacional. Según el ministro de Salud Camilo Salinas, el efecto de esta medida adoptada para descongestionar hospitales se podrá evaluar dentro de 15 días. Pero, ¿qué pasará el 30 de abril? Las autoridades han dispuesto que el feriado se mantenga; y ese día habrá libre circulación hasta las 20:00, hora en la que volveremos al confinamiento absoluto hasta el lunes a las 05:00.

Es una decisión desatinada. Si estamos en estado de excepción y evaluando el efecto de los confinamientos selectivos, un feriado puede mandar al traste lo poco que se ha avanzado. ¿O creemos que hay conciencia y ese día permaneceremos en casa? Quizá he perdido la fe en la humanidad, pero estoy convencida de que será un día para visitar a hermanos, tíos, primos y abuelos. Para salir desbocados a supermercados y mercados. O si hay buen clima, hacer una parrillada con amigos. Para levantar la red de ecuavoley y jugar una partida de 40 ¡por qué no! Si lo que necesitamos es liberarnos del estrés del confinamiento. Tristemente somos buenísimos para justificarnos y pésimos para asumir responsabilidades.

Hagamos un acto de contrición. ¿Cuántas personas se han contagiado en reuniones sociales y familiares? Si todavía no nos ha sucedido, no tentemos a la suerte. El domingo pasado, el periodista Hernán Higuera presentó un reportaje sobre la situación de las unidades UCI en el país. Fue un llamado desesperado de médicos y enfermeras que, día tras día, despachan cuerpos fallecidos. Asimismo, han tenido que decirle adiós a sus colegas que perdieron la batalla. Además, alarma el creciente número de niños hospitalizados por Covid 19.

Yo también les hago un llamado desesperado. Pospongamos viajes turísticos, reuniones sociales, visitas familiares fuera del núcleo habitual. Evitemos las aglomeraciones. Y el 30 de abril, demos un buen ejemplo.

@loballesteros